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Que son la traducción y la interpretación juradas

Los traductores jurados recomiendan recurrir dentro del ámbito profesional a los servicios de empresas especializadas en la traducción de contratos y otros textos complejos. Una traducción o una interpretación juradas son servicios en los que se certifica la completitud y fidelidad de la traducción o la interpretación.

traducción juradaComo en muchos otros ámbitos, la capacidad de certificar esto no la tiene todo el mundo y para conseguirlo debe demostrar una competencia determinada bien con un número mínimo de créditos de especialidad cursados ​​durante la Licenciatura de Traducción e Interpretación o aprobando un examen que se convoca anualmente. Se puede ser intérprete jurado de otras lenguas al español o traductor o intérprete jurado de otras lenguas al catalán.

La capacitación para certificar la fidelidad y completitud de traducciones e interpretaciones viene acompañada de una responsabilidad civil para los casos en que no se cumplan los requisitos de calidad, también en términos de fidelidad y exactitud. Esto hace que el formato de las traducciones deba ser especial para que nadie pueda atribuir una traducción falsa a una habilidad.

La traducción jurada tiene particularidades en cuanto a aspectos formales. En primer lugar, llama la atención el sello y la firma que debe marcar cada página de la traducción, la explicitación de inicio y final de la traducción y el certificado.

La certificación que se suele poner después de la traducción tiene una redacción modelo establecida en el Decreto que regula el nombramiento.

También constan en el decreto los datos que deben figurar en el sello, aunque no se establece la forma del sello o la disposición de la información. En cualquier caso, deberá constar:

  • Nombre y apellidos del traductor o intérprete jurado.
  • Número de registro.
  • NIF.
  • Lenguas y modalidades para las que está habilitado.
  • Dirección y teléfono o fax o correo electrónico.

La validez de las traducciones juradas no tiene ningún plazo, aunque la traducción no sustituye la original, sino que da fe de su contenido y, en consecuencia, si caduca el original, la traducción no puede tener efectos por sí sola.

Las traducciones o las interpretaciones deben ser juradas cuando se requiere por cualquier motivo que alguien se responsabilice de los efectos que puede tener una mala traducción. El caso más habitual es que sean las instituciones públicas las que la piden, aunque es el interesado quien tiene que buscar y pagar los servicios de la habilidad, salvo algunas causas ante tribunales y comisarías. De ahí se derivan dos propósitos principales:

  • Asegurar las garantías procesales de personas que no conocen los idiomas oficiales del territorio.
  • Permitir la tramitación de documentos redactados en lenguas no oficiales en el territorio en que se presentan.

Por último, la validez de las traducciones juradas no depende del territorio donde se firman.